La importancia de las comunidades.
Por Hugo Flombaum, presidente de Solidar.
El mundo de la energía insume horas de investigación y de debate sobre la transición energética hacia energías renovables
La carrera de la ciencia es intensa y las inversiones cuantiosas. Desde la búsqueda de lograr mejores precios y mayores rendimientos en energía solar y eólica hasta la búsqueda de nuevos combustibles como el hidrógeno, o de nuevas tecnologías: las mareas.
Sin tratar de desmerecer esos esfuerzos, recordemos que el motor de la ciencia debe ser la necesidad de la gente.
En el caso de la energía eléctrica, fueron los poblados los que en forma organizada recurrieron a los motores generadores para, con las viejas usinas, construir las primeras redes de distribución.
Hoy las grandes redes troncales están en crisis, el aumento del requerimiento de potencia en las ciudades, la fragilidad que tienen desde el punto de vista de la seguridad, eventos climatológicos y la aparición de nuevas hipótesis de conflicto en el mundo, las ponen en debate.
La tecnología nos ha dado una oportunidad increíble para afrontar los próximos años en lo que a servicios públicos se refiere.
En la electricidad lo tenemos al alcance de nuestras decisiones.
Es fundamental en los próximos años reencontrar al usuario con el servicio. Durante el siglo XX, lentamente pero sin pausa, las grandes centrales de generaci⁸ón y las grandes redes fueron alejando del tema a los usuarios, cuya única relación con el servicio fue pagar la factura.
Con el cambio climático y la dependencia de la electricidad que tenemos hoy, la autogeneración eléctrica vino a dar una salida a esta crisis.
El cambio de matriz energética no solo abarca a los combustibles y a la generación verde para emitir menos carbono a la atmósfera, también debe aportar soluciones a problemas de racionalización del gasto y de rendimiento de las inversiones en el sistema.
Con la generación distribuida y la autogeneración, que los adelantos tecnológicos nos aportan, resolveremos la crisis del nuevo pico de consumo que hoy ya no es el de las primeras horas de la noche, sino en las horas del mediodía.
Lo que hará posible disminuir las inversiones en las rede de alta tensión.
En gran parte del mundo el suministro de agua depende de la electricidad. Sin energía eléctrica no hay agua corriente. Ese es otro de los puntos que se resuelven con la autogeneración.
El porcentaje que las familias destina al pago del combustible para los automóviles es cuantioso.
El futuro de la electromovilidad hace que a través de la autogeneración se logre una importante transferencia de recursos a los costos de vida de la población.
Como ya dijimos, fueron las comunidades las que se organizaron para construir las usinas citadinas. Hoy el nuevo desafío es generar la organización comunitaria para construir a través de la autogeneración la solución a los nuevos problemas.
Los paneles solares arriba de nuestros techos generan una cantidad de energía, que supera ampliamente la que durante el día podemos usar.
Para aprovechar este sobrante el sistema dio la posibilidad de que las distribuidoras compren ese excedente.
No es la solución más eficiente para las comunidades. Las distribuidoras pagan esa energía a un precio parecido al que ellos compran en el mercado mayorista. Pero se la venden a los usuarios que la requieren a un precio en el cual están contemplados todos los gastos de transporte y generación que la distribuidora tiene.
Esta solución para la comunidad es ineficiente. Si los auto generadores acumulan la energía que no utilizan y se la venden a las industrias o parques industriales cercanos, ganarían ambas partes. Los usuarios y los industriales tendrían mejores precios.
Obviamente se debería contemplar un cargo fijo que sostenga y permita la expansión de la red, necesaria para que llegue la energía del sistema. Pero sin cargarle los gastos de distribución y transporte que no inciden en este caso.
Esta figura garantizaría el financiamiento del emprendimiento, ya que la venta del excedente alcanzaría para financiar el emprendimiento comunitario. De esa manera se puede responder a los que desmerecen esta iniciativa por la dificultad financiera de las familias y los estados.
Construir soluciones a las necesidades apelando a la organización comunitaria y al ahorro privado es virtuoso en todos los sentidos.